En una señal de alianza de las ultraderechas del Cono Sur, José Antonio Kast aterrizó en Buenos Aires este martes y se reunió con el presidente Javier Milei en la Casa Rosada. El viaje tuvo lugar tan solo 48 horas después de que el ultraderechista ganara en la segunda vuelta de las presidenciales en Chile a la candidata de la izquierda, Jeannette Jara.
A ambos lados de la Cordillera de Los Andes señalan el interés por aceitar rápidamente el vínculo económico bilateral, además de coordinar estrategias de mano dura contra la inseguridad, la migración y el narcotráfico. Si con Milei el alineamiento con Estados Unidos y su política ha sido absoluto, se espera que Kast camine por la misma senda.
Antes de llegar a la Casa Rosada, Kast pasó por el Ministerio de Economía y se reunió con Luis “Toto” Caputo y su segundo, José Luis Daza. El secretario de Política Económica de Argentina es chileno y uno de los nombres que suenan para ocupar la cartera de Hacienda en el futuro gobierno de Kast.
Ante la consulta de los medios sobre Daza, Kast dijo que conversaron pero que aún no hubo un planteamiento concreto y que todas las posibilidades están abiertas. “Vamos a ir anunciando los nombres a su tiempo”, sostuvo. Y aseguró que va a potenciar las relaciones económicas y diplomáticas con Argentina.
Daza fue el principal asesor económico del líder del Partido Republicano chileno en la campaña de 2021 y la relación entre ambos es muy estrecha. El viceministro de Economía de Milei celebró este domingo el triunfo de Kast. “Masivo rechazo a las ideas que trajeron estancamiento y decadencia. Gran triunfo para la libertad y la democracia. La libertad y el sentido común avanzan en todo el continente. Viva la libertad, carajo!”.
Antes de viajar a Buenos Aires, Kast adelantó en su cuenta en X: “Embarcando rumbo a Buenos Aires para comenzar a anticiparnos en el enorme trabajo de coordinación que se requiere en materia de seguridad, migración y reactivación económica con Argentina y otros países vecinos”.
Cristóbal Rovira, académico del Instituto de Ciencia Política de Chile, afirma a elDiario.es que el desembarco de Kast se inscribe en una fraternidad ideológica. “Es una señal muy clara no tanto de hermandad Chile-Argentina sino de hermandad ideológica: si bien Kast y Milei tienen liderazgos diferentes, profesan una ideología común entre el Partido Republicano y La Libertad Avanza. El liderazgo de Kast se parece más a la derecha radical europea como la de Marine Le Pen. En cambio, Johannes Kaiser, socio ultraderechista de Kast, se asemeja al de Milei”.
Para Rovira, en la segunda vuelta celebrada el pasado domingo en Chile sucedió como en Argentina cuando ganó Milei en 2022. “El voto mayoritario a Kast es por su promoción de mano dura contra la delincuencia y la inmigración, un voto castigo a Gabriel Boric. Eso no implica que el 58% de los que lo votaron son personas de ultraderecha, sino que hay un efecto de voto anti-incumbente muy importante, similar a lo que pasó con Milei en la segunda vuelta electoral”.
Motosierra y menos derechos laborales
El “Plan Implacable” de Kast que sedujo a una mayoría de chilenos incluye cárceles de máxima seguridad, aumento de las penas, revisión de la ampliación de la legítima defensa, participación de militares en operativos antinarcos y deportación de inmigrantes sin papeles. Al respecto, Kast insistió desde Buenos Aires con su llamado a que 336.000 migrantes irregulares se vayan voluntariamente de su país, antes de que él asuma la presidencia el 11 de marzo.
En materia económica, Kast planea recortar hasta 6.000 millones de dólares del gasto público en 18 meses, sin detallar dónde hará ese ajuste. Puede inspirarse en la motosierra de Milei, tras dos años de recortes en ciencia, educación, jubilación y salud.
Kast sostiene que en Chile “se ha hecho demasiado caro invertir para crecer y contratar trabajadores”. Su respuesta: rebajar tributos empresariales, reducir costos de contratación y eliminar regulaciones, en un modelo económico cuyos cimientos neoliberales dejó la dictadura de Augusto Pinochet. Como en un juego de espejos, en Argentina, Milei apura la aprobación de una reforma laboral regresiva, que recorta derechos para los trabajadores.
La sintonía entre Milei y Kast ha sido pública y entusiasta. Tras las elecciones del domingo, el presidente argentino no dudó en utilizar sus redes sociales para celebrar la victoria del ultra trasandino: “Un paso más de nuestra región en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada. Estoy seguro de que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del Siglo XXI”, escribió Milei en su cuenta de X. Segundos después de conocerse los resultados, el electo presidente chileno se hizo eco del eslogan del partido gobernante argentino La Libertad Avanza: “¡Viva la libertad, carajo!”.
En contraste, la relación entre Milei y Boric, aunque inicialmente cordial, se enfrió en los últimos meses. Si bien el dirigente del progresista Frente Amplio asistió a la asunción del ultraderechista en diciembre de 2023, la tensión ideológica se evidenció en su último encuentro para la investidura de Rodrigo Paz en Bolivia, donde se limitaron a un “gélido apretón de manos”.
Llamativamente, Boric no dijo nada sobre el posteo de Milei en el que éste aseguraba que, con la llegada de Kast a La Moneda, se liberarán “del yugo opresor del socialismo del Siglo XXI”, pero sí le reprochó a la Cancillería colombiana el mensaje de Gustavo Petro, a quien le envió una nota de protesta.
Petro posteó, dejando a un lado la diplomacia: “El fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi, tampoco; son la muerte en ser humano. Triste que Pinochet tuvo que imponerse a la fuerza pero más triste ahora es que los pueblos elijan su Pinochet: elegidos o no, son hijos de Hitler y Hitler mata los pueblos. Es el demonio contra la vida y todo latinoamericano sabe resistir. Que cuiden la tumba de Neruda”.
El mandatario colombiano se refería al pasado del electo presidente. El político votó por la continuidad del dictador Augusto Pinochet en el plebiscito de 1989 y es hijo de Michael Kast, inmigrante alemán, ex miembro de las Juventudes Hitlerianas y militante del Partido Nazi.
La llegada de Kast al Palacio de La Moneda suma a Chile a la ola de extrema derecha en el mapa de Sudamérica. Por eso el Ejecutivo de Milei celebra a este nuevo socio, a la vez que mantiene afinidad ideológica con Gobiernos como el de Santiago Peña en Paraguay; Daniel Noboa en Ecuador; José Jeri en Perú y Rodrigo Paz en Bolivia, cuya asunción este año puso fin a la hegemonía de 20 años del Movimiento al Socialismo.
