“Volar embarcaciones hasta que Maduro se rinda”. La declaración de la directora de Gabinete de Donald Trump, Susie Wiles, en una conversación publicada por Vanity Fair evidencia que, en contra de lo expresado en numerosas ocasiones por el presidente de EEUU, los hasta ahora 23 ataques a las supuestas narcolanchas que han acarreado 95 asesinatos extrajudiciales, tienen poco que ver con la lucha contra el “narcoterrorismo” y mucho con el derrocamiento del Gobierno de Nicolás Maduro.
Wiles, además, admite que atacar objetivos en suelo de Venezuela obligaría a la Casa Blanca a obtener la aprobación del Congreso, cosa que hasta ahora tampoco había reconocido la Administración Trump: “Si autorizara alguna actividad en tierra, entonces sería guerra, y [necesitaríamos] al Congreso. Pero Marco y JD, en cierta medida, están todos los días en el Capitolio, informando”.
En efecto, este mismo martes los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Guerra, Pete Hegseth, tenían previsto reunirse con senadores en el Capitolio para intentar aplacar unos ánimos cada vez más revueltos en el Congreso de EEUU, con varias resoluciones sobre poderes de guerra sobre la mesa, alguna pendiente de votarse esta semana, para evitar un ataque contra Venezuela.
En este sentido de presión para buscar el derrocamiento de Maduro, Trump está redoblando la presión sobre la principal industria del país, la relacionada con el petróleo.
Así, si la semana pasada EEUU apresó un petrolero frente a las costas venezolanas, este lunes un buque cisterna que transportaba nafta rusa –químico que Venezuela necesita importar para diluir su petróleo pesado y así comercializarlo– para la empresa estatal PDVSA, y al menos cuatro superpetroleros que debían recoger cargamentos de crudo en Venezuela han dado media vuelta después de que Estados Unidos confiscara un buque que transportaba crudo venezolano, según datos de seguimiento de buques publicados por Reuters.
El petrolero confiscado la semana pasada transportaba unos 1,85 millones de barriles de petróleo pesado venezolano vendido por PDVSA.
